Según revelaciones de la periodista Anabel Hernández en su libro "La Historia secreta. AMLO y el Cártel de Sinaloa", la presencia de grupos del narcotráfico en la Ciudad de México se remonta a décadas atrás. Testimonios incluidos en la obra señalan que durante el mandato de Andrés Manuel López Obrador como regente del entonces Distrito Federal, la capital operaba como una bodega de cocaína para el Cártel de Sinaloa.
Jesús Reynaldo Zambada García, hermano de Ismael ‘El Mayo’ Zambada, habría sido responsable de recibir "toneladas de cocaína en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México". Para moverse libremente por la capital, se presume que tanto Reynaldo como ‘El Mayo’ contaban con la protección de Genaro García Luna y la Secretaría de Seguridad Pública local.
Incluso se menciona que la extinta Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (PGJDF) brindaba protección al Cártel de Sinaloa. Según un expediente elaborado entre 2004 y 2005, el comandante Ignacio Perales Gómez de la PGJDF y Domingo González de la Agencia Federal de Investigaciones (AFI) otorgaban protección a figuras como ‘El Mayo’ Zambada en zonas como la Zona Rosa, Polanco y Las Lomas.
El informe detalla que los vehículos utilizados para estos fines eran estacionados en las oficinas de la policía capitalina ubicadas en la calle Liverpool, colonia Juárez. El comandante Perales Gómez fue ejecutado en junio de 2006, y se reveló que era compadre de ‘El Rey’ Zambada.