El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, abordó las acusaciones contra sus hijos por presunta corrupción en la compra de balasto para el Tren Maya, después de que la candidata presidencial de la oposición, Xóchitl Gálvez, los denunciara.

López Obrador enfatizó que si sus hijos están implicados en negocios ilícitos, deben ser castigados como cualquier ciudadano. Sin embargo, rechazó las acusaciones y calificó las denuncias como falsas y sin pruebas contundentes.

El mandatario criticó la presentación de demandas contra sus hijos, señalando que es una estrategia para desacreditarlo políticamente. Además, advirtió sobre las consecuencias de adherirse a movimientos conservadores, insinuando que esto podría corromper a los jóvenes.

Por su parte, Xóchitl Gálvez presentó una denuncia ante la Fiscalía General de la República solicitando investigar a los hijos, sobrinos y funcionarios del gobierno de López Obrador por presunta corrupción en el proyecto del Tren Maya.

Las acusaciones surgieron tras revelaciones de Latinus sobre la venta de piedra para la vía férrea por parte de personas cercanas a los hijos del presidente. Sin embargo, López Obrador ha negado cualquier vinculación de sus hijos con la asignación de contratos para la compra de balasto.