En el transcurso de enero a septiembre del presente año, se ha registrado un histórico aumento en los desplazamientos migratorios, con más de 2.5 millones de personas detenidas por ingresar ilegalmente a la frontera sur de Estados Unidos, según informó el gobierno estadounidense.
Las detenciones de ciudadanos mexicanos encabezan la lista con 717 mil casos, seguidas de cerca por 266 mil venezolanos, 220 mil guatemaltecos y 213 mil hondureños. Especialistas señalan que el perfil de estas personas revela una crisis de refugiados, motivada por factores como la represión política, la inseguridad y el acoso del crimen organizado en sus lugares de origen.
A pesar de este alarmante incremento en la migración, el gobierno mexicano no reconoce la existencia de una crisis. Este enfoque ha generado críticas, ya que reconocer la crisis implicaría cambios sustanciales en la política migratoria y la obligación de brindar protección conforme a la ley a aquellos que, en su tránsito por México, buscan asilo en Estados Unidos.