El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) revela cifras alarmantes sobre el trabajo infantil en México según la Encuesta Nacional de Trabajo Infantil (ENTI) 2022. A pesar de esfuerzos y campañas, 3.7 millones de niños y adolescentes estuvieron involucrados en alguna forma de trabajo infantil el pasado año.
El estudio, realizado con la colaboración de la Organización Internacional del Trabajo y la Secretaría del Trabajo y Previsión Social, señala un aumento del 13.1% en 2022, evidenciando desafíos estructurales persistentes. La disparidad de género es notable, con una tasa del 15.5% en niños y 10.7% en niñas, subrayando desigualdades arraigadas.
La preocupación crece al descubrir que el 92.5% de los menores en ocupaciones no permitidas realizaban actividades peligrosas, exponiéndolos a riesgos físicos y emocionales. Además, 1.9 millones estuvieron involucrados en quehaceres domésticos en condiciones inadecuadas, afectando su salud y desarrollo.
El llamado a la acción es imperativo. Se necesita la implementación de políticas efectivas, programas educativos y mayor supervisión para garantizar un entorno seguro. Guerrero encabeza los estados con alta tasa de trabajo infantil (24.5%), mientras que la Ciudad de México lidera con menor cantidad (4%).
La lucha contra el trabajo infantil va más allá de la legislación; es un llamado a la conciencia colectiva y la responsabilidad individual. Se insta a un cambio cultural que valore y proteja los derechos de los niños, asegurando oportunidades educativas y entornos seguros para preservar su infancia. El trabajo infantil persiste como un desafío, exigiendo medidas inmediatas para garantizar un futuro mejor.