En una histórica decisión, la Suprema Corte de México ha ordenado levantar la suspensión de las corridas de toros en la Plaza México, que permanecían suspendidas durante un año y medio debido a acciones legales impulsadas por activistas defensores de los derechos animales.
La resolución revierte la disposición de un juez federal del año pasado que prohibía las corridas atendiendo a un amparo presentado por la asociación civil Justicia Justa. Esta organización, dedicada a la defensa de los derechos humanos y el Estado de derecho, había denunciado el reglamento taurino y una ley sobre espectáculos públicos, argumentando que el "trato cruel" hacia los animales viola la constitución de la Ciudad de México.
La decisión de la Suprema Corte ha generado fuertes manifestaciones a las afueras del tribunal, con grupos a favor y en contra de la tauromaquia. Mientras algunos exigían la reanudación de las actividades en la plaza mexicana con cánticos de "¡toros sí, toreros también!", otros levantaban carteles con la consigna "México dice ¡NO! a las corridas de toros", solicitando mantener la suspensión.
La disputa judicial ha intensificado el debate en México sobre esta tradición centenaria, con más de cinco siglos de historia, que aún se mantiene en España, Francia y Portugal, pero está prohibida en naciones como Brasil, Argentina, Chile y Uruguay.
A favor de la tauromaquia se encuentran ganaderos, empresarios y aficionados, quienes argumentan que la prohibición en la Ciudad de México afecta a miles de empleos y genera ingresos anuales por aproximadamente 400 millones de dólares.
Por otro lado, los defensores de los animales consideran el levantamiento de la suspensión como un "gran retroceso" en sus luchas y temen que esto influya en la anulación de suspensiones similares en otros estados del país.
El diputado local Jorge Gaviño, activista contra las corridas de toros, expresó su preocupación y desestimó el argumento económico, sugiriendo que la Plaza México podría diversificar sus actividades en lugar de depender exclusivamente de las corridas taurinas.
La decisión de la Suprema Corte no solo impacta el destino de la tauromaquia en la Ciudad de México, sino que también podría tener repercusiones en el ámbito nacional, afectando estados donde aún se permite esta práctica.