En Acapulco, tras la devastación causada por el huracán Otis, empresarios gasolineros se han visto afectados por el huachicoleo, y han expresado su frustración por la falta de acción de las autoridades para prevenir el saqueo de sus negocios.


Los empresarios denuncian que tanto las autoridades estatales como federales, incluyendo el Ejército, la Guardia Nacional y la Marina, "hicieron muy poco o casi nada" para evitar que las personas saquearan las gasolineras en Acapulco. Incluso compartieron videos a través de El Financiero donde se observa a grupos de personas robando combustible de las estaciones de servicio, incluyendo una en la colonia Progreso.

En uno de los videos, se ve a un camión antimotines de la Guardia Nacional circulando lentamente frente a la gasolinera, con las torretas encendidas, mientras un agente federal advierte por altoparlante a las personas que se están poniendo en riesgo y a quienes viven cerca. Sin embargo, no se tomaron medidas efectivas para detener el huachicoleo.

Los directivos de la estación afectada informaron que durante los primeros días después del huracán, estos robos se generalizaron y que la autoridad no hizo nada para evitarlos, sino que, en ciertos casos, fueron ahuyentados por los ladrones.

Este saqueo resultó en pérdidas millonarias para los empresarios gasolineros, no solo debido a los daños causados por el huracán Otis, sino también por el robo de combustible, que se revendió a precios muy por encima de los establecidos por la autoridad. Se informa que llegó a ofrecerse hasta a 40 pesos por litro.

Fue solo después de varios días que el Ejército y la Guardia Nacional tomaron el control de las estaciones de gasolina y comenzaron a vigilar la venta del combustible por parte de los empleados. La situación subraya la necesidad de una mayor acción para prevenir el huachicoleo y proteger los negocios de los empresarios afectados por eventos naturales y sociales.