Francia se ha convertido en el primer país del mundo en incluir el derecho al aborto en su Constitución, marcando un hito histórico en la lucha por los derechos reproductivos. La medida, que culmina un esfuerzo iniciado en respuesta a la decisión de la Corte Suprema de Estados Unidos de anular el caso Roe vs. Wade, fue aprobada por una abrumadora mayoría de legisladores en ambas cámaras del Parlamento francés.

La votación, que tuvo lugar durante una sesión especial en el Palacio de Versalles, contó con 780 votos a favor y 72 en contra, superando con facilidad la mayoría de tres quintos requerida para enmendar la Constitución. Esta enmienda establece que en Francia existe una "libertad garantizada" para abortar, aunque algunos grupos y legisladores habían pedido un lenguaje más contundente para reconocer explícitamente el aborto como un "derecho".

El primer ministro Gabriel Attal destacó la importancia histórica de la medida, señalando que representa un claro apoyo a los derechos reproductivos y envía un mensaje claro a todas las mujeres: "tu cuerpo te pertenece". El presidente Emmanuel Macron anunció que el gobierno realizará una ceremonia formal para celebrar la aprobación de la enmienda el viernes, Día Internacional de la Mujer.

La aprobación de esta medida representa una victoria para la izquierda francesa, que ha estado presionando durante años para garantizar el derecho al aborto en la Constitución. La decisión de actuar fue impulsada por la anulación de Roe vs. Wade en Estados Unidos, que dejó a los estados decidir sobre la cuestión del aborto de manera individual.

La votación marca la 25ª modificación a la Constitución francesa desde la fundación de la V República en 1958. Aunque la Iglesia católica expresó su oposición a la enmienda, señalando que "en la era de los derechos humanos universales, no puede existir el 'derecho' a quitar la vida humana", la medida recibió un amplio apoyo tanto en el Parlamento como en la sociedad francesa.