En una visita a la frontera, los senadores estadounidenses Chris Van Hollen y Jeff Merkley expresaron su preocupación por las filas de cientos de camiones cargados de ayuda humanitaria que aguardan desde hace semanas en el paso fronterizo egipcio de Rafah para ingresar a Gaza. Un almacén cercano revela mercancías rechazadas por inspectores israelíes, desde equipos para analizar agua hasta kits médicos para partos.
Los senadores señalaron que el engorroso proceso, principalmente debido a las inspecciones israelíes, está obstaculizando la ayuda vital para la población palestina en el asediado territorio. Van Hollen y Merkley afirmaron que el sistema destinado a proteger las entregas de ayuda de las fuerzas israelíes está "totalmente roto".
Durante una sesión informativa en El Cairo, Merkley expresó su asombro al ver las filas de camiones retenidos que se extienden por kilómetros, describiendo la situación como alarmante. A pesar de las presiones de Estados Unidos, Israel ha limitado el flujo de alimentos, agua, combustible y medicinas hacia Gaza.
Aunque Israel abrió el paso fronterizo de Kerem Shalom hace tres semanas como segundo punto de entrada de ayuda, el flujo de camiones no ha aumentado significativamente. Datos de la ONU indican que esta semana ingresaron en promedio 120 camiones diarios por Rafah y Kerem Shalom, muy por debajo de los 500 camiones diarios previos a la guerra y por debajo de las necesidades según grupos de ayuda.
Además, Israel ha prohibido la entrada de suministros desde el inicio de su ofensiva contra Gaza hace tres meses, con el objetivo de debilitar a Hamás tras el ataque del 7 de octubre.