El avión de la Guardia Costera de Japón que colisionó con una aeronave comercial en el aeropuerto de Haneda el martes no tenía permiso para ingresar a la pista, según revela la transcripción de las comunicaciones de control de vuelo publicadas por el Ministerio de Transporte nipón. A pesar de las afirmaciones del capitán de la nave de guardacostas, las pruebas indican que no existía autorización para su entrada.

El único sobreviviente de los seis tripulantes de la nave de la Guardia Costera, el capitán, insistió en que tenía permiso para ingresar a la pista y, en otras declaraciones, sugirió que también contaba con autorización para despegar. Sin embargo, las comunicaciones entre los controladores aéreos y la compañía que operaba el vuelo comercial, Japan Airlines (JAL), no reflejaban ninguna indicación de retraso en el aterrizaje.

Los expertos sugieren la posibilidad de que ambas partes desconocieran la presencia de la otra nave en la pista. La investigación del accidente está en manos del Ministerio de Transporte, a través de su Comisión de Seguridad en el Transporte (JTSB), para esclarecer las circunstancias del choque en uno de los aeropuertos más transitados del país.

El trágico incidente ocurrió poco después de que el vuelo comercial de JAL aterrizara a las 05:47 de la tarde en Haneda, chocando con la nave de la Guardia Costera. Ambas aeronaves se incendiaron, obligando a la evacuación de pasajeros y tripulación. Aunque los 379 ocupantes del vuelo comercial fueron evacuados, 14 resultaron heridos. De los seis ocupantes del avión de los guardacostas, solo el capitán logró sobrevivir, aunque gravemente herido. La nave de la Guardia Costera se dirigía a transportar alimentos y agua para los afectados por el reciente terremoto en la costa occidental del centro de Japón. La investigación continúa para esclarecer las causas exactas de este trágico suceso.