En la remota isla del norte, Islandia se erige como un ejemplo de calidad de vida. Con una población de tan solo 332,529 habitantes, este país insular entre el Atlántico Norte y el Océano Ártico ha adoptado medidas singulares que han capturado la atención mundial.
Entre las curiosidades notables se destaca la ausencia de ejército, la gratuidad de la electricidad y la confianza entre los ciudadanos que permite dejar sin llave autos y casas. La educación y la atención médica son derechos accesibles para todos, con escuelas e instituciones de salud gratuitas, eliminando la necesidad de clínicas privadas.
Islandia, además, lidera en hábitos de lectura a nivel mundial y ha implementado innovaciones como la votación en línea. La cultura conservadora se refleja en la importancia que se otorga al matrimonio, mientras que el turismo florece, superando el doble de la población local.
En este rincón nórdico, la confianza mutua, la sostenibilidad y la igualdad se entrelazan para ofrecer un modelo único de bienestar, donde la calefacción urbana es gratuita y el cambio de trabajo no requiere cartas de recomendación. Islandia, un ejemplo inspirador de cómo la calidad de vida puede definir el rumbo de una nación.