Un preocupante panorama laboral se revela en Quintana Roo, donde las trabajadoras domésticas enfrentan duras condiciones económicas.

Según datos de Data México basados en el Inegi, el 70% apenas sobrevive con el salario mínimo mensual, sin prestaciones. A pesar de dedicar cerca de 46 horas semanales a sus labores, perciben en promedio 6,810 pesos al mes, cifra inferior a la media nacional de 7,467 pesos.

Sorprendentemente, solo 320 de las 36,885 trabajadoras están registradas en el IMSS, privándolas de beneficios esenciales como aguinaldo y seguro social. La desigualdad se refleja en que solo 2 de cada 10 ganan hasta dos salarios mínimos, mientras que la mayoría lucha con ingresos mínimos.